TRABAJO PRÁCTICO CUENTO POLICIAL
A partir de la
lectura de la siguiente noticia, inventá una resolución para el caso. En tu
relato no pueden faltar: un investigador, sospechosos, pistas, una declaración
final del investigador donde explica cómo se cometía el delito, el apresamiento
o no del culpable y cualquier otro elemento propio del relato policial. Además,
agregale un título.
Recordá que TODO debe ser verosímil, nada puede
justificarse con elementos fantásticos.
Junio 2002
TÍTULO: ……………………………………………………………………………..
En un monasterio con más de 15
siglos de antigüedad, construido a 763 metros de altura sobre una montaña
escarpada y asomado a las planicies de Alsacia, los libros desaparecen por
centenas de una biblioteca cuyas puertas y ventanas no presentan ni la más
mínima fractura o signo de forcejeo... y una cautivante flor artificial descubierta
en la escena del crimen, como si una mano invisible la hubiese depositado allí
para decir “he estado aquí”.
Cuando en diciembre del 2001 Alain
Donius descubrió un pequeño agujero sobre la puerta de la biblioteca todavía no
se había dado cuenta de que el primer robo de libros databa de agosto del 2000.
Pensó que “alguien” había hecho el agujero con la intención de saber “si la
puerta de la biblioteca estaba blindada”. Por precaución, Donius procedió al
cambio de las cerraduras y se quedó tranquilo. Como había asumido su cargo
apenas un mes antes, el padre no se percató de que ya faltaban decenas de
incunables, esos libros únicos publicados desde la invención de la imprenta
hasta el siglo XVI.
Donius pensó que la amenaza de robo
estaba descartada hasta que, en la primera quincena de enero de este año,
advirtió la desaparición de 40 volúmenes. Situado en el primer piso de una
capilla romana, en el sector más antiguo del convento, el recinto de la
biblioteca no presentaba huellas de violencia. Pero los libros se habían
esfumado como por arte de magia. Donius no tuvo tiempo de hacerse demasiadas
preguntas. Dos semanas más tarde, no fueron 40 los libros esfumados sino
cientos de volúmenes. El padre recorrió azorado las estanterías vacías
constatando que el “fantasma” vaciaba los estantes “según un orden que
únicamente él conocía”. Fue en el curso de esa “segunda desaparición
constatada” que el director del monasterio dio con la rosa artificial: había
sido colocada en el agujero hecho sobre la puerta de la biblioteca. “Alguien se
está burlando de mí”, se dijo el padre antes de cambiar no una sino todas las
cerraduras de acceso a ese sector del convento. Donius perdió el sueño y empezó
a sospechar de los 50 empleados del establecimiento que hoy funciona como un hotel
restaurante visitado por decenas de miles de peregrinos. La situación llegó a
un punto tal que el director de Sainte-Odile reconoce que “en un momento las
sospechas se dirigieron hacia el mismo director”. Razones no faltaban para
sospechar hasta de las mismas sombras: “Era imposible comprender cómo se
esfumaban los libros. No había nada roto pero la biblioteca se vaciaba. Llegué
a soñar que abría la puerta y no encontraba ni un solo libro”, dice Donius. La
desaparición de los libros se volvió una obsesión. Donius empezó a observar a
todo el mundo con ojos desconfiados, recorrió tanto de día como de noche los
pasillos del monasterio buscando un indicio o una explicación. Lo único que
encontró, repetida, puntualmente, fueron los estantes cada vez más vacíos de su
biblioteca.
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