jueves, 7 de marzo de 2013

Historia (cuento de Anderson Imbert)




Historia
En Buenos Aires, a 28 de septiembre de 1599, el Gobernador y Capitán General de las Provincias del Río de la Plata, don Diego Rodríguez de Valdéz y de la Vanda, se puso a escribir una carta para Felipe III : "Digo que Don Pedro de Mendoza, que fue el primer gobernador en esta ciudad, trajo aquí caballos y yeguas que se reprodujeron en esta tierra llana, ancha y larga. Son ahora tantos que parecen montes cuando se ven de lejos. Exceden aquel número que, según las Historias, había en las dehesas de los reyes de Persia. Ciento cincuenta mil caballos, los persas; y nosotros, si dijéramos que tiene Vuestra Majestad millón y medio, quedaríamos cortos. Hay más caballos que en toda España, Francia e Italia..."
En estas letras estaba cuando entró como un ventarrón la inglesa Maureen Leofric. El gobernador levantó la pluma y, resignado, esperó la queja de siempre: que era injusto que la usaran como rehén nada más que porque la habían arrestado en un navío del corsario Edward Fountain... Pero esta vez las palabras de la impulsiva Maureen Leofric fueron inesperadas.
-Acabo de acordarme -dijo, con gran excitación - que soy descendiente de Lady Godiva. Si no me reembarcáis inmediatamente para Inglaterra voy a asombrar a todo Buenos Aires haciendo lo mismo que Lady Godiva...
- ¿Y se puede saber qué cosa tan asombrosa hizo esa señora? - interrumpió el gobernador.
- Salió por las calles de Coventry, desnuda, montada en un caballo.
- ¡Bah! - dijo el gobernador y siguió escribiendo su carta -. Si hay algo de que la gente de aquí no se asombra es de ver un caballo.
Fuente: ENRIQUE ANDERSON IMBERT - Las pruebas del caos
Narraciones completas - Vol. I - Edic. Corregidor - Bs. Aires – 1990


¿Quién fue Lady Godiva?

Según la leyenda, era una hermosa dama inglesa que vivió en la Edad Media, tiempos del feudalismo. Su esposo cobraba altos impuestos a sus vasallos, entonces Godiva, que era muy buena, se compadeció de ellos y le pidió que les cobrara menos. Dicen que él le contestó que lo haría si ella se paseaba desnuda sobre un caballo por todo el pueblo. Godiva arregló con todos los vecinos para que se encerraran en sus casas y no la miraran cuando ella lo hiciera. Lady Godiva cumplió su parte del trato y su esposo rebajó los impuestos a sus vasallos.

Algo más:
El nombre Godiva es la versión latina de Godgifu (regalo de Dios).
No se sabe si la historia de Godiva es real o solo una leyenda.

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